A veces, dos almas se encuentran para formar una sola, entonces dependen para siempre la una de la otra. Son indisociables y se irán reencontrando de vida en vida. Si en el transcurso de una de esas existencias terrestres, una mitad se separa de la otra y rompe la promesa que las une, las dos almas se extinguirán enseguida. Una no puede continuar su viaje sin la otra.
(Libro: La próxima vez, de Marc Levy)
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