La pena es una cosa extraña, nos deja totalmente desamparados. Es como si una ventana se abriera sola, la habitación se queda fría, y lo único que puedes hacer es tiritar. Pero cada vez se abre un poco menos y un poco menos, hasta que un día nos preguntamos qué habrá pasado con ella.
(Libro: Memorias de una geisha, de Arthur Golden)
No hay comentarios:
Publicar un comentario