Entre nuestra alma y nuestro cuerpo hay muchas pequeñas ventanas, y a través de éstas, si están abiertas, pasan las emociones si están entornadas se cuelan apenas; tan sólo el amor puede abrirlas de par en par todas y de golpe, como una ráfaga de viento.
(Libro: Dónde el corazón te lleve, de Susana Tamaro)
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