Todo lo bueno en esta vida despeina... hacer el amor, saltar, bailar, correr, reír a carcajadas, besar... Por eso, ojalá vivas tu vida con tu cabello hecho un desastre.
(Mafalda)
Contemplamos el mundo que nos rodea en silencio. Hemos tardado una vida para aprender a hacerlo. Al parecer, sólo los viejos son capaces de estar juntos sin decir nada y sentirse bien. Los jóvenes, impulsivos e impacientes, siempre rompen el silencio. Es una lástima, pues el silencio es puro, el silencio es sagrado. Une a las personas, porque sólo aquellos que se sienten cómodos con la compañía del otro pueden estar juntos sin hablar. Es una gran paradoja.
(Libro: El diario de Noah, de Nicholas Sparks)
La medida de nuestra paz mental está determinada por nuestra capacidad de vivir en el momento presente. Prescindiendo lo que que haya sucedido ayer o el año pasado, y de lo que pueda o no pasar mañana, ahora estás en el presente... ¡siempre!.
(Libro: No te ahogues es un vaso de agua, de Richard Carlson)
Siempre, antes de realizar un sueño, el Alma del Mundo decide comprobar todo aquello que se aprendió durante el camino. Hace esto no porque sea mala, sino para que podamos, junto con nuestro sueño, conquistar también las lecciones que aprendimos mientras íbamos hace él.
(Libro: El alquimista, de Paulo Coelho)
El perdón es una carretera de doble dirección: siempre que perdonamos a alguien, nos perdonamos a nosotros mismos. Si somos tolerantes con los demás, es más fácil aceptar nuestros errores. Entonces, sin culpa y sin amargura, podemos mejorar nuestra actitud ante la vida.
(Columna periodística Historias sobre el perdón, de Paulo Coelho)